Es amante del baile y el dinero; es burlón, malicioso y malcriado.
Vive en la puerta a la entrada de las casas, todo lo sabe y advierte del peligro y las enfermedades.
Se dice que es este el que mas habla.
Es el maestro, el instructor, el que dirige y encabeza.
Es pequeño y guerrero, le gusta mucho andar con Oggún y Ochosi.
Es el protector de la casa y aconseja en cuestiones de negocios.
Se le encuentra en los ríos y es muy protector de Oshún.
Le gustan los dulces y los juguetes, el tabaco y el aguardiente.
Se le agrada con pelotitas de maíz con guayaba y miel.
En un pataki se le considera Hijo de Oyá, quien lo abandonó, de ahí el nombre de Laroye.
Aunque algunos dicen que significa el hablador.
En el camino como Hijo de Oyá se refugiaba en las puertas de las casas, hasta que vivió a la orilla del río con Oshún.
Se le conoce como el guardián de los niños, más aun de los mendigos o niños de la calle, huerfanitos o desamparados.
Es por naturaleza muy glotón, pero muy sabio, lo ve todo y lo sabe todo por eso avisa de los peligros.
Entre sus herramientas lleva un güirito con agua, un bastón confeccionado con madera de guayaba, una cazuelita con dinero y dulces y tres machetitos con los que defiende la puerta de la casa en donde vive.
A sus hijos se les recomienda siempre dar limosna y comida a los niños desamparados.
Se le conoce como el Niño Limosnerito.
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