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martes, 29 de diciembre de 2009

ECHAR LA BENDICIÓN

"ECHAR LA BENDICIÓN"
Un Acto Supremo de Fe, Humildad y Amor.
Uno de los actos más puros y espiritualmente más decisivos en la relación ahijado-padrino, es el de "echar la bendición".
Cuando un ahijado le pide a su padrino o madrina que "le eche la bendición" o cuando el sacerdote decide "echarle la bendición" a un ahijado o ahijada en una acción, empresa o gestión a realizar o para la vida; ahí va un profundo intercambio de espiritualidad entre el referido sacerdote y su ahijado.
En tal acción va toda una carga positiva que genera el sacerdote y todo lo que él o ella representa en función del que la solicita.
Esta carga no sólo es la espiritualidad del funcionario religioso sino que, además, es vehículo de las energías positivas ancestrales que guían y protegen al sacerdote.
Si la acción por la que se pide tan sublime acto, es pura y está encaminada al bien, entonces no hay dudas que el efecto será absolutamente reconfortante y positivo.
Hay tanto amor en tan sencilla ceremonia de fe, que en ese momento exquisito surge un fulgor, una irradiación de pureza emanada de los ancestros que vienen a bendecir al ahijado en su petición.
Cuando un sacerdote bendice las acciones y la vida de un ahijado, esto significa que el Itá se está cumpliendo como lo indicaron los Oshas y Orishas que asistieron a la Ceremonia de Iniciación pues el sacerdote es el garante de tal cumplimiento, observador y guía de esta gran responsabilidad en la vida de su ahijado.
Este acto de fe, realizado con la mayor humildad, procura bienestar y regocijo en el binomio ahijado-padrino, pues ambos se benefician en su bregar por este plano tierra.
De ahí que insistamos en mantener esta hermosísima tradición entre los creyentes de Osha-Ifá. Mientras más cerca tengamos a nuestros ancestros, es decir, a sus espiritualidades, más y mejor irradiados estaremos.
Por otra parte es tan milagroso este acto de fe que una bendición profundamente sentida, de todo corazón hecha hasta de un menor alcanza su padrino.
Ernesto Valdés Jane Adé Yerí