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martes, 26 de enero de 2010

ORISHA "OKO"

PATAKIE "ORISHA OKO" Orisha dueño de la tierra, la agricultura y las cosechas, patrono de los labradores.
Obbatalá tenía grandes plantaciones de ñame, fruto sagrado de los orichas, con poderes mágicos, que por la noche hablaba como un humano.
Podía además hacer que las personas que lo ingerían hablaran en sueños. Necesitaba Obbatalá a alguien que atendiera los cultivos, pero esta persona debía ser muy discreta, pues esto se realizaba con una fórmula secreta.
Como el único que no era fiestero ni mujeriego era Orisha Oko, labrador conocido por ser casto, serio y responsable, le pidió que se hiciera cargo de los cultivos y le enseñó a cuidarlos, luego de lo cual comenzaron a nacer los ñames bajo la tierra, sin que nadie supiera cómo y dónde se hallaba.
Por esto Obbatála lo premió concediéndole el don de hacer que cualquier cosa germinara. Orisha Oko es considerado árbitro en las disputas de los orichas, sobre todo los que se suceden entre las mujeres. En los juicios de las orichas es juez. Es muy trabajador y casto, a pesar de que sus testículos cuelgan hasta el suelo.
Este orisha asegura la prosperidad de la tierra, y las abejas son sus mensajeras.
Las abejas son símbolo del carácter de sus hijos, trabajadores y organizados, y se asemejan a estas al elegir a las personas que los rodean.
Las abejas también son símbolo de sabiduría y organización.
Según un patakíe, las abejas podían nacer espontáneamente de las entrañas del animal sacrificado a un orisha.
Las mujeres estériles también recurren a este orisha para encontrar la fertilidad. Orisha Oko, junto a Oké y a Oggué, forma la trinidad responsable de las cosechas, las lluvias y el fuego interior que hace parir la tierra y espíritu que devora hasta disipar los cadáveres que le entregan Yewwa, Oyá y Babalú Ayé. Orisha Oko, en un camino de su vida en la tierra fue marido de Olokum, y siempre están unidos en armonía. Ella es el mar y él la tierra.
Se separaron y ella se retiró al fondo del mar porque él contó que ella era hermafrodita. Con Yemayá se peleó es el oricha más poderoso y más venerado en el panteón Yoruba. Representa la mitad de la creación, la tierra.
Olokum, el agua.
Es Bumú en persona, que es un camino de Oddúa. Este santo tiene dos caras.
En el día es un hombre apuesto y varonil, en la noche es la mueca de la muerte en compañía de sus amigos del cementerio.
Este orisha habla sólo por boca de Yemayá y todo santero debe tenerlo o recibirlo por Itá, porque él representa la tierra que pisamos, en ella vivimos y alguna vez regresaremos.
Al recibirlo, nos de firmeza en la vida. Yemayá y Orisha Oko son Ocanini, un mismo corazón, no pueden existir el uno sin el otro.
Su signo es 7, lo que significa que es cielo, agua, mar y tierra.
Todo en la tierra está relacionado con Orisha Oko.
Lo que vive muere; y es que él posee el misterio de la vida y de la muerte.
Su ilé es una fuente plana, acompañada de una cazuela pequeña de barro con tapa, una teja, un arado con una yunta de buey, con un parasol incorporado.
Un hombrecillo, dos otá negras grandes, que simboliza el espíritu inmutable del santo. Una mano de caracol, que es la boca por donde se comunica el orisha.
La yunta de buey con el arado y su sombrilla simboliza el trabajo creador de la tierra.
Para poder cosechar las recompensas de la vida, la cual debe arar, sembrar, regar y querer para tener firmeza en ella.
Siete caracoloes de tirabuzón.
Pintados con los colores del arcoiris. La fuente plana se llena de tierra arada donde vive Orisha Oko tiene que estar informando de que este oricha vive en el patio o en el jardin, donde puede atenderlo, dándole de comer y sembrando todo lo que pueda a su alrededor. Los caracoles de tirabuzón van dentro de la casuela, que estará colocada en la fuente, dos cocos secos, que se limpiarán completamente, y se pintará, en franjas rojas y blancas, dividiendo el coco en cuatro, comenzando con el color banco, la teja se pinta de blanco, con siete rayas rojas. Un acheré o guiro que se utilizara para llamarlo, también pintado de blanco con siete rayas rojas. Además se le puede agregar cualquier utensilio de labranza.
Sus collares están confeccionados con siete cuentas rosado lila, un azabache o gloria negra y siete azul turquesa. No se monta y por eso no habla sino por Yemayá.
Los animales que se le ofrecen al orisha son: paloma, gallo y chivo.
Su fiesta se celebra el 15 de mayo.
Se sincretiza con San Isidro Labrador. Como ofrenda se le da de comer a la tierra con granos de diferentes clases, cebolla, ajos y legumbres; frutas carne, pan, refresco, vino, cerveza, dulces, gallos, y todo lo que venga de la tierra.