Es un Orisha de fundamento de Osha e Ifá y está relacionado con los secretos profundos de la vida y de la muerte.
Olokun proporciona salud, prosperidad, evolución material y estabilidad matrimonial. Y también Olokun le quita a la persona lo que le sobra o hace daño quiéralo esta o no.
En la naturaleza está simbolizado por las profundidades del mar y es el verdadero dueño de éstas adonde nadie ha podido llegar.
Olokun es una de las deidades más misteriosas y poderosas de la religión Lukumí.
La trajeron a Cuba los representantes del pueblo Mina Popó.
La trajeron a Cuba los representantes del pueblo Mina Popó.
El color de Olokun es el azul Prusia, su fundamento lleva 9 Otá del tipo conocido como chinas pelonas, un pedazo de arrecife y una piedra que haya sido recogida en una montaña o terreno alto y para Olokun se recogen muchas cosas que hayan salido del mar en una costa o en la playa. La tinaja de Olokun se llama Apotó que es de barro cocido y se pone directamente en el suelo.
Entre los Adimú preferidos de Olokun se encuentran el Ekó Lelé y el Eyá Oro secado al Sol.
Las ofrendas que se le realizan al fundamento de Olokun casi siempre se le ponen sobre su tapa virada al revés encima de la boca de la tinaja. Las ofrendas que se hacen directamente se llevan simplemente al mar o envueltas en un paño azul Prusia, generalmente crudas y en algunas ocasiones cocinan o preparan las exquisitas ofrendas que le van a entregar. Generalmente son frutas y todo lo que come el ser humano.
Muchos iniciados de una forma especial le ofrendan melado de caña.
Las ofrendas que se le realizan al fundamento de Olokun casi siempre se le ponen sobre su tapa virada al revés encima de la boca de la tinaja. Las ofrendas que se hacen directamente se llevan simplemente al mar o envueltas en un paño azul Prusia, generalmente crudas y en algunas ocasiones cocinan o preparan las exquisitas ofrendas que le van a entregar. Generalmente son frutas y todo lo que come el ser humano.
Muchos iniciados de una forma especial le ofrendan melado de caña.
El collar de Olokun desde Osha es, generalmente, de siete cuentas azul Prusia, siete transparentes (agua), una verde, una amarilla y una roja; el total de tramos debe ser en múltiplos de tres. Su número es el 9.
Ernesto Valdés Jane Adé YeríPATAKIN
EL CAMINO DEL SECRETO DE OLOKUN.
Había un hombre que vivía con su mujer y sus tres hijos y vivía de la caza y hacía varios días que salía y no cazaba nada y todos los días se internaba en el monte, pero nada conseguía y así deambulando por el monte se encontró con un hombre, quien al verlo como andaba se le acercó y le preguntó qué le pasaba.
El hombre le cuenta sus problemas y el otro le dice: “Vamos a ayudarte, coge esto y lo colocas en tu casa en un lugar en que nadie lo vea, ni lo toque”.
El cazador así lo hizo y fue para su casa llevando aquel secreto y le advierte a la mujer que ella ni sus hijos ni nadie lo podía ver ni tocar.
A partir de ese momento el hombre comenzó a mejorar su suerte y la caza fue abundante y todos los días tenía comida y dinero.
Todos los días el cazador se iba para el monte a cazar y su mujer se puso en vela y mandó a su hijo tan pronto como él salió para que vieran qué era lo que su padre tenía guardado tan celosamente.
Los muchachos se subiero secreto y tan pronto como miraron cayeron muertos al piso.
Los muchachos se subiero secreto y tan pronto como miraron cayeron muertos al piso.
La madre al ver aquello, salió corriendo y gritando para la calle y en eso ya regresaba su marido y le contó lo que había sucedido y que ella era la culpable.
El hombre entonces se acordó de lo que el otro le había dicho, que él era Olokun y que cuando tuviera problema le diera las quejas y le ofreciera algo para resolverle la situación.
El cazador ese día pescó un Eyá Oro y lo traía en su jaba y dirigiéndose al secreto lo destapó y le dijo: “Yo no he traído esto para que mates a mis hijos sino todo lo contrario, es para el bienestar de ellos, de mi mujer y el mío, aquí te ofrezco este Eyá Oro para que me les devuelvas la vida”.
El cazador colocó el Eyá Oro sobre Olokun y los tres muchachos resucitaron y él, en agradecimiento, le llevó el Eyá Oro al lugar en que lo había pescado.n y destaparon el