"Ikú Lobi Osha:
El Muerto Parió la Osha"
Los muertos -Ikú o Egun- son espíritus que nos rodean y deben estar atendidos y conformes, por lo cual se les respeta tanto como a los Orishas.
La reverencia y las ofrendas a los antepasados son tradiciones que constituyen uno de los pilares de Osha-Ifá. Esto se debe a que todos los Orishas fueron seres vivos.
En la religión Osha-Ifá el Egun da origen a la Osha, es por eso que se dice: Ikú lobi Osha. Antes de realizar cualquier ofrenda o sacrificio, echar la bendición o hacer cualquier petición a los Orishas los Egun son invocados en la Moyugba, particularmente aquellos espíritus de los difuntos que a uno pertenecen.
En la religión Osha-Ifá la representación superior de los espíritus de los difuntos es Oduduwa. Como Orisha, camino de Obatalá, su nivel es muy elevado y se menciona después de Olorun que representa al Sol y a toda su energía fundamental para la existencia de la vida; después de Olodumare que es símbolo supremo de la vida y de la energía otorgada a todo ser viviente, cosas u objetos, y luego de Olofin que es quien ejerce su poder sobre los seres vivientes y su accionar, sobre sus cosas y objetos mediante los Oshas y Orishas en el gobierno de su existencia en la tierra. Por lo cual se dice al principio y en diferentes partes de la Moyugba: "Moyugba Olorun, Olodumare, Wamale ni Olofin Obá Egun Oduduwa, Obá Orisha Obatalá"
Los Egun deben recibir ofrendas antes que Eleguá y en un espacio destinado para ellos, separados de los Orishas. En determinadas ceremonias a los Egún se les ofrenda una vela -itaná-, coco -obí- en nueve pedacitos, que es la marca de Egun, cada uno de ellos con un poquito de manteca de corojo y una pimienta de guinea, agua fresca -omí tuto-, pan, flores, aguardiente -otí-, café -omí bona-, tabaco -ashá-, pimienta de guinea -ataré-, agua con azúcar sin refinar, miel de abejas, melado de caña de azúcar, de todo lo que uno come y es imprescindible el uso de la cascarilla -efún-.
Las ofrendas cocinadas especialmente para los Egun se preparan sin sal. Existe una ofrenda para Egun que es muy importante y consiste en ajiaco con cabeza de puerco y viandas de todo tipo. También se puede presentar como ofrenda la comida que prefería el difunto.Algunas cosas para Egun se ponen en platos o recipientes rotos y siempre se enciende una vela. Al día siguiente, o cuando sea indicado, esta ofrenda debe llevarse al lugar señalado para que sea completada la ofrenda a Egun. El lugar puede ser en la manigua -nigbe-, en la basura -ikún-, en una loma -ilé oké-, en el río -ilé ibú-, al pie de un árbol, en un camino, en una encrucijada, en la orilla del mar, etc.
El espacio ritual destinado para las ofrendas a los Egún se ubica en una parte del piso fuera de la casa, en un vertedero o caño interior de no existir patio. Se dispone dentro de un círculo o rectángulo dibujado con cascarilla -atena- en cuyo interior se pueden trazar signos o firmas y debe estar la teja de Egun si la persona ya la tiene.
La ceremonia a Egun se inicia con la moyugba del que oficia la ceremonia y se mencionan los nombres de los difuntos que corresponden a la persona que hace la ofrenda. Esto se hace mientras se le da coco a los Egún y en pequeños pedacitos se tiran hacia el interior de la figura realizada en el piso.
Al terminar se pregunta a los Egún si recibieron la ofrenda. Si dan su conformidad, se pregunta hacia dónde y cuándo se lleva para que sea completado lo realizado. Esto se hará con cuatro pedazos de coco fresco, siguiendo las mismas reglas de la interpretación del Oráculo de Obí.
Los presentes en estas ceremonias a Egun deben ser marcados con cascarilla en la frente como protección, los ya iniciados que en su Itá Malé tengan Ofun -10- se marcan en el brazo.
En el espiritismo es distinto, varía según sea: espiritismo puro, influido por Osha, por el Palo o por otra religión.
En algunos casos los espíritus se atienden con una bóveda espiritual que se monta más o menos compleja según lo requiera el cuadro espiritual de la persona. En uno de los vasos de agua que conforman la bóveda se colocará un crucifijo. Un espiritista será quien determine la conformación definitiva de la bóveda y la podrá abrir en una sesión espiritual que se realizará en el lugar.
La bóveda espiritual contribuye a fortalecer a los guías y protectores de la persona, que pueden ser conocidos o no y entre los cuales se incluyen los familiares difuntos y todos aquellos que en vida tuvieron que ver con la persona. Cuando un creyente desconoce su cuadro espiritual puede invocar a sus protecciones con nombres temporales, asignados hasta investigar. Una atención a los espíritus está constituida por el vaso de agua o "asistencia" que se les dedica.
En el espiritismo Kardesiano la ceremonia de invocación se hace mediante oraciones y cantos. Son muy utilizadas las oraciones al Ángel de la Guarda, a los guías y protectores, etc.
En el espiritismo practicado en Osha se utiliza el vaso de agua, el agua bendita, el perfume, las velas, las flores y determinadas hierbas para despojos. También se emplea la cascarilla, así como el tabaco y el aguardiente según los gustos del muerto, que son reminiscencias del culto a Egun africano.
El culto a los Egun y todas las ceremonias y ritos de Osha-Ifá están estrechamente relacionados, porque los Egun son los que han dado la fundamentación a esta religión ancestral. Primero hay que conciliar la vida con quienes nos la dieron y con nuestros antepasados que aportaron tantos valores a la especie humana.
"Ikú Lobi Osha: El muerto parió la Osha."
"Maferefún Egun."
Ernesto Valdés Jane Adé Yerí
En colaboración con: Julio Valdés Jane y Omar García Ruiz