Eleggua es Orisha mayor.
Tiene las llaves del destino, abre y cierra las puertas a la desgracia o la felicidad.
Es la personificación del azar o la muerte.
Portero del monte o la sabana.
Es hijo de Obbatala y Yemu.
Es el primero del grupo de los 4 guerreros Orishas (Eleggua, Oggun, Ochosi, y Osun).
Ganó con Olofi, Obatala y Orula suficientes privilegios para ser el primero: Okana. Ningún orisha le antecede porque el mismo Olofi dijo: Siendo tú el más chiquito y mi mensajero, serás el más grande de la tierra y sin contar contigo nunca será posible hacer nada.
También Olofi accedió a que fuera saludado y a que comiera antes que los demás orishas, asi como a ser el primero a la entrada de la casa.
Generalmente se acepta que Eleggua tiene ventiun caminos y sus caracoles son ventiuno.
Es amigo y protector de Ochun.
Sus dias son el lunes y martes y todos los que caigan en 3, se celebra el dia 6 de Enero y 13 de Junio.
Tradicionalmente la figura de Eleggua se encuentra muy vinculada a la Echu. Echu es la reencarnación de los problemas que acechan al hombre. No es una figura propiamente satánica porque ningún orisha representa conceptos puros y todos admiten contradicciones. Echu no es el diablo aunque está presente en todas las desgracias. Vive en la calle, en la sabana y en el monte y si entra en la casa, hay tragedias.
La pareja Eleggua-Echu constituye la expresión mítica de la inevitable relación entre lo positivo y lo negativo.
Para los yorubas, la casa significa el refugio por excelencia, el lugar privilegiado contra los avatares del destino. En su misma puerta reside Eleggua, marcando con su presencia la frontera entre dos mundos: el interno, de la seguridad y el externo del peligro. Pero no puede haber seguridad sin peligro, ni sosiego sin inquietud y por eso la pareja de Eleggua-Echu es indisoluble a pesar de su oposición. Eleggua protege al hogar y cuando en él se presentan problemas es que ha entrado Echu, el vagabundo.
Para poner ofrenda a Eleggua o Ardimu:
Aguardiente, tabaco, maiz tostado, coco, pescado ahumado, bollitos, jutia ahumada, manteca de corojo, velas, dulces de todos los tipos, raspaduras, coco acaramelado, etc.
Una ofrenda muy especial es colocarle una cabeza de jutia o sacrificarle un ratón.
En la Catolización Eleggua puede sincretizarse con el Niño de Atocha, San Antonio de Paddua y el Anima Sola.
La celebración de San Antonio con Eleggua parece estar relacionada con que generalmente aparece con un niño en los brazos.