CULTO EN CUBA
Después de la Virgen de la Caridad , San Lázaro es el
santo más venerado en Cuba, casi siempre ligado a la santería.
Los devotos de San Lázaro le ofrecen grandes
sacrificios, entre los cuales no está exenta la flagelación corporal.
Cada día 17 de diciembre muchos de sus seguidores
visten con tela de saco.
El centro del culto tiene lugar en el Santuario
Nacional de San Lázaro ubicado en el poblado de Rincón, actual
municipio Boyeros en la provincia La Habana.
La efigie se coloca en las afueras de la iglesia,
porque la institución no reconoce al San Lázaro que veneran los devotos.
Delante, una sábana blanca sirve de alcancía donde se arroja el dinero.
Muy cerca, una fuente emana un constante chorro de
agua, supuestamente bendecida por la deidad y es llevada por los creyentes como
un tesoro inapreciable.
A las 12 de la noche del 16 de diciembre, la
muchedumbre hace silencio ante el advenimiento del Día de San Lázaro.
A esa hora se produce la misa más importante de la
jornada y el resto del tiempo, los párrocos se mantienen atendiendo a los
penitentes, tratando de aliviar su dolor corporal y espiritual.
Cada año la peregrinación supera los 15 000
creyentes, lo que ocasiona el cierre oficial al tráfico automotor de las
carreteras de acceso a el Rincón; las rutas de ómnibus locales requieren de
refuerzos especiales para evacuar a los pasajeros y ocurren embotellamientos en
las amplias avenidas que conducen a la zona.
Es común que los penitentes mantengan en secreto el
milagro, como parte de la mística que rodea sus acciones.
Son múltiples los casos de familias que durante el
año ahorran para hacerle ofrendas a San Lázaro, mientras otros van allí a rezar
y meditar sus penas frente a la estatua del santo.