El concepto de Eledáa en Santería es muy
complicado.
Generalmente indica la cabeza de una persona como también su ángel
guardián.
Algunos santeros creen que el Eledáa y el orisha
gobernante de la persona son el mismo.
Otros afirman que ellos son entes separados.
El consenso es que Eledáa es la mente o proceso
mental de una persona.
La mejor forma, dicen los santeros, para influir en
un individuo para bien o para mal es intentando distraer su Eledáa o ánguel
guardián invocándolo y ofreciéndole velas o una plaza (una oferta de furtas y
dulces).
Algunas veces un vaso de agua con miel y perfume es
suficiente para desviar la atención del Eledáa de la persona que protege.
Mientras el Eledáa esta entretenido, cualquiera puede atacar su protegido,
quien está indefenso contra tal ataque.
Por esa razón los santeros creen que el Eledáa
siempre debe estar refrescado y bien alimentado de tal forma que esté alerta y
no permita que ningún daño le suceda a la persona que vigila.
Si el Eledáa no es cuidado, se pone intranquilo y
sediento y puede causar una herida en la cabeza de tal forma que pueda tomarse
su propia sangre.