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jueves, 6 de junio de 2013

LA EXPERIENCIA DE LOS VIEJOS...

La experiencia de los viejos.
Los jóvenes trabajaban con los arugbos en la construcción de los ilé, pero no ganaban lo que ellos creían merecer, a pesar de que hacían los trabajos más fuertes y menos calificados.

Además tenían que someterse a la dirección de los viejos que, según ellos, eran, majaderos e intransigentes. 
Por eso decidieron separarse y trabajar por cuenta propia.
Fue así que comenzaron a fabricar muchas casas muy rápido y el pueblo estaba contento, hasta que un día cayó un fuerte aguacero y las casas que habían fabricado los jóvenes se vinieron abajo.
Toda la población se quejó a Olofin de lo que había sucedido y cómo se habían quedado sin casa.
Olofin bajó a la Tierra, y llamó a los viejos y a los jóvenes y le pidió a cada grupo que construyera una casa, para él ver quiénes la construían mejor.
Después de una jornada de grandes esfuerzos, los jóvenes terminaron su casa y los viejos la suya.

Olofin inspeccionó las casas construidas y le parecieron tan iguales que decidió reunir a los dos grupos para preguntarles cuál era la diferencia.
–Si las casas que hacen los jóvenes son iguales a las que hacen ustedes –dijo Olofin a los viejos–, ¿por qué se caen cuando llueve?
–Muy fácil –contestaron los viejos–.

Ellos ponen todas las tejas boca abajo en vez de poner una boca abajo y otra boca arriba. 
¡Olofin comprendió que los viejos tenían mayor experiencia, porque habían vivido más y desde entonces los autorizó para que fueran ellos quienes dirigieran a los jóvenes y dijeran cuándo estaban capacitados para hacerse operarios.