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lunes, 6 de mayo de 2013

LA SONRISA...



LA SONRISA 
“Una sonrisa significa mucho.

Enriquece a quien la recibe; sin empobrecer a quien la ofrece.
Dura un segundo pero su recuerdo, a veces, nunca se borra”

viernes, 3 de mayo de 2013

IBUAÑA ES EL ORISHA QUE VIVE DENTRO DE LOS TAMBORES BATA...


Añá es el oricha que vive dentro de los tambores batá.
Su presencia es fundamental dentro del desarrollo de la religión yoruba debido a que es el que informa a Olofi que una cabeza fue consagrada en la religión, además de ser el que avisa a los orichas cuando hay un festejo en honor a ellos aquí en la Tierra.
relacionada con la madera y los árboles, por esto su afinidad con Ozain, el oricha de la vegetación.
De allí se origina dichos Ya sabemos que el panteón yoruba, como comúnmente se le llama al grupo de orichas adorados en la religión lucumí, está conformado por aproximadamente 201 deidades, cada una de ellas relacionada con algún elemento de la Naturaleza.
Debido a la trata de esclavos que ocurrió principalmente en el Caribe en el siglo, algunas de éstas deidades o santos vinieron a América y entre ellos Añá, el oricha de los tambores. A pesar de que no se le da la importancia debida, Añá es fundamental en el proceso religioso yoruba, ya que él informa a Olofi, gracias a los sonidos que emana el tambor, que el Olocha o santero fue consagrado en la Tierra como sacerdote de la religión.
Visto desde otra perspectiva se puede decir que en la ceremonia del Kari Ocha Ochún informa a Olofi que un mortal va a ser consagrado y luego Añá confirma ante el Creador que la consagración fue efectuada.
Por esto es importante que el santero sea presentado al tambor luego de que se le hace el santo.
Definitivamente en ésta religión la música tiene un papel preponderante, no sólo en el cuarto de consagraciones y en los ceremoniales sino también a la hora de rendir tributo a los orichas en los festejos y es allí donde Añá cumple su papel fundamental.
Añá es un santo sumamente delicado y vive dentro de los tambores batá.
En Africa ésta deidad está como: “No hay tambor sin Ozain” o “No hay Ocha sin Ozain”, debido a que Ozain es la deidad que transmite la esencia de la Naturaleza a todos los atributos de la religión yoruba.
Añá tiene la virtud de comunicarse con todos los orichas y los llama a través de una serie de sonidos que se producen cuando los omoalañas o “sacerdotes de Añá” tocan los batá en forma conjunta produciendo así una serie de sonidos que estimula al oricha y hace que se manifieste en la Tierra tanto en los festejos como en las honras fúnebres de los Olochas. Como dijimos antes, éste oricha vive dentro de un trío de tambores llamados Batá, los cuales son hechos de madera de cedro y cuero de chivo.
Ellos llevan por nombre: Iyá o tambor madre, que es el tambor más grande y se ubica en el medio entre los otros dos; el Itótele, que es el tambor mediano y el Okónkolo que es el más pequeño de los tres.