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martes, 11 de diciembre de 2012

EL ESPIRITISMO...


El Espiritismo es una doctrina filosófica nacida en Francia a mediados del siglo XIX. Esta doctrina está basada en los libros escritos por el pedagogo francés Hippolyte Léon Denizard Rivail bajo el seudónimo de Allan Kardec. Etimológicamente, el vocablo “espiritismo” se refiere al “sistema para el estudio de los espíritus” y fue el propio Kardec quien afirmó haber acuñado el término en la introducción de su “Libro de los Espíritus”. El espiritismo postula, según su fundador, “el estudio de la naturaleza, el origen y porvenir de los espíritus, y sus relaciones con el mundo material”.
La doctrina espiritista tiene adherentes en varios países alrededor del mundo, incluyendo Alemania, Argentina, España, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Japón, Venezuela, Portugal y Brasil, siendo este último el país con la mayor cantidad de seguidores.

El postulado principal de la doctrina espiritista es la creencia en la vida espiritual. Este espíritu (a veces también denominado alma) es eterno y evoluciona a través de una serie de encarnaciones en el llamado mundo material. De este modo, el paso por el mundo material es entendido como una instancia transitoria en la cual el espíritu tiene la oportunidad de aprender y desarrollar distintos potenciales. La reencarnación es un proceso cíclico mediante el cual el espíritu, al haber abandonado un cuerpo material luego de la muerte y tras haber sido liberado en el mundo espiritual, regresa al mundo material para continuar con su progreso intelectual y moral. En consonancia con la doctrina de la reencarnación, las acciones realizadas en la presente existencia, ya sean buenas o malas, acarrean consecuencias en vidas posteriores. El sexo del cuerpo que el alma utiliza en cada encarnación es variable, puesto que el espíritu es asexual y puede reencarnar indistintamente en personas de cualquier sexo u orientación sexual.
Los médiums son personas que afirman poseer una facultad especial, conocida como mediumnidad, que les permite comunicarse con los espíritus que habitan en el plano espiritual. Estas personas ofician como mediadores entre las almas desencarnadas y el mundo material.
La doctrina espiritista también afirma que existen otros mundos habitados en el Universo, algunos de los cuales son más adelantados, técnica y espiritualmente, que el planeta Tierra y otros son menos adelantados.

Antecedentes
Desde la Antigüedad la humanidad ha creído posible comunicarse con los espíritus de los muertos. En la Grecia antigua se daba por cierto que los difuntos habitaban en el Hades y era posible entrar en contacto con ellos mediante rituales mágicos. En La Odisea, de Homero, Odiseo llega al Hades y lleva a cabo un ritual según lo indicado por la hechicera Circe, con lo cual logra hablar con el espíritu de su padre y con los de sus compañeros muertos en Troya. Asimismo, los chamanes de los pueblos originarios de Asia y Oceanía afirmaban tener la capacidad de comunicarse con los espíritus de los difuntos.
Durante la Edad Media se mantuvo la creencia de que los espíritus regresaban en regularmente al mundo de los vivos, y se multiplicaron los cuentos de fantasmas. En Hamlet, el dramaturgo William Shakespeare presenta al fantasma del rey asesinado demandando venganza al protagonista, su hijo. Ese tipo de aparición estaba registrada en muchos relatos anteriores a la época de Shakespeare pero no consta que hubiera una práctica propiamente espiritista para establecer la comunicación con los muertos.

El espiritismo en el siglo XIX
Durante el siglo XIX se suscitó en Norteamérica una creciente oleada de fenómenos mediúmnicos que luego extendió sus prácticas y conocimientos a varios países europeos. En el año 1848 se reportó en la localidad de neoyorkina de Hydesville, Estados Unidos, el primer caso de un fenómeno poltergeist.
En 1854, en París, Francia, el profesor y pedagogo Hyppolyte Léon Denizard Rivail se abocó al estudio de este tipo de fenómenos paranormales, en particular, las manifestaciones de las llamadas “mesas giratorias”. Las explicaciones de las causas de estos fenómenos, al igual que el sistema filosófico derivado de aquéllas, sentó las bases del espiritismo.
La doctrina filosófica del espiritismo propone el diálogo entre las tres formas clásicas de conocimiento: científico, filosófico y religioso a la hora de alcanzar un conocimiento amplio y profundo de la realidad. El espiritismo postula que las religiones son incapaces de mejorar a los hombres en un sentido moral dado que son instituciones falibles, producto de la propia falibilidad humana. La ciencia, al mismo tiempo, al haber evolucionado y alcanzado gran prestigio en la sociedad a través de los adelantos tecnológicos, sanitarios, económicos, etc., contribuye a aumentar la incredulidad de la gente en la espiritualidad. Esta “tendencia indeseable”, según Kardec, debía ser revertida mediante un nuevo paradigma para entender la realidad. Sus características principales serían:
Proporcionar acceso al conocimiento para toda las personas, limitando de esta manera los supuestos excesos de academicismo o hermetismo de la ciencia y la filosofía del siglo XIX.
La relación humana con lo espiritual no necesita ninguna mediación institucional. Una espiritualidad natural es suficiente y es más apropiada para la realización humana.

Esa propuesta derivó en la publicación en 1857 de El libro de los espíritus. Este volumen supone el comienzo del movimiento espiritista (o espírita) contemporáneo. En los años que siguen, Kardec publicó numerosos libros, como El libro de los médiums (1861), El evangelio según el espiritismoEl Cielo y el Infierno o la justicia divina según el espiritismo (1864), (1865) yGénesis, los milagros y las profecías según el espiritismo(1868). En 1858 fundó la Revista Espírita, de la que fue director hasta 1869 (año de su muerte).
Muchas personas de renombre de Europa y los Estados Unidos gradualmente abrazaron el espiritismo como una explicación lógica de la realidad, incluso de temas relacionados con la trascendencia, como Dios y la vida después de la muerte. Miles de sociedades espiritistas fueron creadas en ambos continentes, y en algunos países como España, la disciplina Espiritismo fue candidata a integrar los programas regulares de “2ª Enseñanza y de las facultades de Filosofía y Letras y de Ciencias”.

El espiritismo en los siglos XX y XXI
Con la ascensión de regímenes totalitarios en muchas naciones europeas, una fuerte represión ocurrió en el continente entero sobre el movimiento espiritista, al igual que con otros movimientos filosóficos, sociales y políticos. Las dos Guerras Mundiales, en la primera mitad del siglo XX fueron el un golpe del que aun no se ha recuperado el movimiento espiritista en la mayor parte de Europa.
Criticismo
El espiritismo es considerado una pseudociencia o superstición en los ámbitos científicos y escépticos. El físico y epistemólogo Mario Bunge, en su libro ” Investigación científica” (1969), lo incluye en su listado de pseudociencias por no cumplir con los requisitos básicos de la metodología científica. Por otra parte, el ilusionista James Randi ofrece un premio de un millón de dólares a cualquiera que logre demostrar fehacientemente la existencia de un fenómeno o poderes paranormales -incluyendo el tipo de manifestaciones de los que se ocupa el espiritismo- pero el premio está desierto desde que se ofreció.
El espiritismo en la cultura popular
Muchas personas han tenido contacto con prácticas que intentan el contacto con los muertos a través de prácticas adivinatorias como “el juego de la copa” o la tabla ouija. Los espiritistas, sin embargo, afirman que este tipo de técnicas no forman parte de el cuerpo doctrinal del espiritismo.
El espiritismo como religión
Los principios del espiritismo religioso se basan en las enseñanzas obtenidas a través de la supuesta comunicación con espíritus altamente evolucionados moralmente. Los practicantes de la doctrina afirman que estas comunicaciones con los espíritus pueden producirse mediante el código de golpes en una mesa, mediante la transcomunicación instrumental (el uso de aparatos electrónicos multimedia como cámaras, radios, televisión, etc.) o directamente con los espíritus que se presentan como apariciones (o visiones). La comunicación con los espíritus puede también realizarse a través del servicio de los médiums, ya sea a través de la escritura, la voz, o las visiones que el médium afirma tener por obra del espíritu que se está manifestando en ese momento.
La identificación del espiritismo como creencia religiosa crea una gran controversia dentro del propio movimiento espiritista; mientras unos lo consideran religión, otros reclaman para él la consideración de ciencia.
Aunque la Iglesia Católica coloca el espiritismo en la categoría de adivinación y magia, la mayoría de las escuelas o movimientos espiritistas se consideran cristianos.