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martes, 12 de febrero de 2013

VENERAR A LOS ANCESTROS...


Venerar a los Ancestros y a los muertos a través de la Moyugba o Cántico de recordación de los fallecidos, familiares o no, durante una ceremonia.
¿Quiénes son los Ancestros?

Los Mayores ancestrales son aquellos hombres de fe religiosa, llegados a las tierras americanas desde África u otros lares, como consecuencia de la trata esclava.
A pesar de la condiciones de su existencia, fueron capaces de transmitir sus conocimientos religiosos de manera tal que esa sabiduría trascendió sus vidas y ha sobrevivido hasta hoy, conservada y desarrollada por sus descendientes en el Nuevo Mundo.
Una buena Moyugba tiene realizada cuidadosamente la relación de los familiares consanguíneos y religiosos así como los seres queridos difuntos, esto quiere decir, que no falte nadie, si fuera posible, de los difuntos.
En esa relación o lista de nombres y apellidos, también es necesario incluir a las amistades, a quienes fueron los maestros de uno, a las personas significativas en el oficio y/o profesión, a los que han estado al lado de uno en momentos difíciles, a los vecinos y conocidos desde los más tiernos días de existencia y que hoy ya no están porque partieron y, antes de marchar para Ara Onú, tuvieron que ver en algo con uno.  En el caso de los iniciados en Osha e Ifá, junto al nombre de pila se escribe el nombre de Osha del difunto, el camino de su Ángel de la Guarda y su rango religioso. 
A todos esos seres difuntos se les hacen atenciones espirituales consistentes en agua, flores, velas, etc., y ellos desde el lugar donde están ayudan y nos acompañan.
La Moyugba también se lee o se dice cuando el religioso realiza alguna obra para dar conocimiento de lo que va hacer, y pedir el apoyo y la protección de los espíritus propios.
Antes de incorporar un nombre a la Moyugba es importante que el neófito vaya a algún sitio sagrado de su elección, que pueden ser hasta lugares naturales.
Allí pide Luz, Progreso y Elevación Espiritual para los difuntos relacionados en la Moyugba.
Los menciona a cada uno de ellos al tiempo que implora a los Espíritus de Grandes Luces que ayuden a cobrar fuerza a los del oficiante, para que así estos lo asistan en el quehacer de la vida y en los problemas que pueda enfrentar.
Todo esto se hace con solemnidad y espiritualidad.
En la Moyugba se concentra la fuerza espiritual propia del creyente, y la de los grandes misticismos que emanan de los familiares difuntos y de los ancestros.
Es importante estar consciente que en la Moyugba es necesario reunir todo el patrimonio de la fe y de acciones lógicas y objetivas para lograr lo necesario.
Puede acompañar a esta acción una asistencia espiritual que es una pequeña ofrenda.
Puede ser un adorno floral al cual se le pone delante un vaso con agua dedicado a los espíritus con una vela encendida en un platico puesto cerca o en el suelo directamente.
Es vital para el iniciado conciliar primero su cuerpo espiritual-material con los espíritus que a él lo asisten.
Los espíritus que nos rodean deben estar atendidos y conformes, por lo cual se les respeta tanto como a los Orishas. La reverencia a los difuntos y a los antepasados es uno de los fundamentos de las religiones cubanas de origen africano.
En Osha-Ifá se cree que “el muerto pare al santo” que se sintetiza en el siguiente refrán: Ikú Lobi Osha.
Por eso para invocar, pedir permiso, dar conocimiento o comenzar cualquier rito o ceremonia es preciso decir la Moyugba (invocar a los muertos, pedir permiso y saludar a los Orishas).
Esto se debe a la creencia de que todos los Orishas fueron seres vivos.
La representación superior de los difuntos y ancestros es Oduduwa que como Orisha tiene una posición muy grande, pues se encuentra casi al mismo nivel espiritual que Olofin.