Es un Orisha Mayor, muy conocido y venerado.
Representa las enfermedades contagiosas y las epidemias en el ser humano y en general las afecciones de la piel.
En la naturaleza, de día se esconde entre la hiedra, el coralillo y el cundeamor para protegerse del sol.
Sale de noche.
Es una divinidad que se corona o que se recibe según la tradición de familia religiosa específica.
Sus costumbres y tradiciones vienen de la tierra Lukumí y del Dahomey, donde recibe el nombre de Azojuano (Azowano), Rey de Nupe, territorio de los Tapa.
Su nombre viene del Yorubá Babalúaíyé (padre del mundo).
En África se le conocía bajo la denominación de Samponá o Sakpatá, por ser la viruela y la lepra enfermedades mortales.
En Matanzas, Cuba, los descendientes de los Arará lo hacen directamente.
En la Habana generalmente se hace Obbatalá con Oro para Asowano.
En familias que siguen las costumbres de tierra Lukumí hay dos casas en Regla, La Habana, que conservan el secreto para hacerlo directamente desde los ancestros africanos hasta la actualidad. Su número es el 17 y sus múltiplos.
Entre sus collares están el de diecisiete cuentas blancas con rayas azules y diecisiete blancas; otro es de cuentas blancas con rayas azules el collar completo.
Los hay en combinaciones con cuentas negras, matipó de Oyá, matipó de San Lázaro, cuentas rojas que se combinan según el camino y en algunos casos se le añaden caracoles cauris.
Existen muchísimas variantes de collares.
Su color principal es el morado obispo.
En estas iniciaciones se realiza una ceremonia pública llamada awán la cual es preciosa por su espiritualidad, cantos y rezos.
Se realiza con todo lo que alimenta al ser humano y se realiza con la finalidad de dar salud y vida. En ellas generalmente se presentan las protecciones de los Ajú Shakuata y la de los Omó Azowano.