EL ORIGEN DE LA MENSTRUACIÓN DE LA MUJER
Oddé salía todos los días a cazar y dejaba a su mujer en el Ilé esperándolo.
Oddé tenía el compromiso de darle la sangre de los animales que cazaba a Olofi a cambio de que nadie se enterara de esa entrega.
Un día su ayabá le preguntó: ¿Por que los animales que traía venían sin sangre? Oddé le contestó, que a ella no le importaba el por qué.
Deseosa de enterarse, la mujer abrió un hueco en el fondo del saco de cacería y echó ceniza para que se formara un rastro que ella seguiría.
A la mañana siguiente, Oddé agarró como de costumbre, tomó sus armas, se despidió de su mujer y se marchó de cacería.
La ayabá lo siguió, gracias al rastro que dejaba la ceniza.
Oddé hizo su cacería y la puso junto a un árbol para que Olofi viniera y bebiera la sangre de los animales.
Cuando llegó Olofi le dijo a Oddé; ¿Con quien has venido? Oddé le respondió: Con nadie, Babá. ¿Quien es esa mujer que está escondida detrás del aquel árbol?, le interrogó Olofi. Oddé se quedo mudo cuando vio a su mujer.
Entonces, Olofi le dijo a la ayabá de Oddé; "Sangre quieres ver, sangre tendrás cada luna".
Por eso, las mujeres tienen la menstruación.
OWE: "Debes ser prudente con tu curiosidad, no te vaya a suceder lo mismo que a la mujer de Oddé".
T. Güerere