Venerar a los Ancestros y a los muertos a través de
la Moyugba o
Cántico de recordación de los fallecidos, familiares o no, durante una
ceremonia.
¿Quiénes son los Ancestros?
Los Mayores ancestrales son aquellos hombres de fe
religiosa, llegados a las tierras americanas desde África u otros lares, como
consecuencia de la trata esclava.
A pesar de la condiciones de su existencia, fueron
capaces de transmitir sus conocimientos religiosos de manera tal que esa
sabiduría trascendió sus vidas y ha sobrevivido hasta hoy, conservada y
desarrollada por sus descendientes en el Nuevo Mundo.
Una buena Moyugba tiene realizada cuidadosamente la
relación de los familiares consanguíneos y religiosos así como los seres
queridos difuntos, esto quiere decir, que no falte nadie, si fuera posible, de
los difuntos.
En esa relación o lista de nombres y apellidos,
también es necesario incluir a las amistades, a quienes fueron los maestros de
uno, a las personas significativas en el oficio y/o profesión, a los que han
estado al lado de uno en momentos difíciles, a los vecinos y conocidos desde
los más tiernos días de existencia y que hoy ya no están porque partieron y,
antes de marchar para Ara Onú, tuvieron que ver en algo con uno. En el
caso de los iniciados en Osha e Ifá, junto al nombre de pila se escribe el
nombre de Osha del difunto, el camino de su Ángel de la Guarda y su rango
religioso.
A todos esos seres difuntos se les hacen atenciones
espirituales consistentes en agua, flores, velas, etc., y ellos desde el lugar
donde están ayudan y nos acompañan.
Antes de incorporar un nombre a la Moyugba es importante que
el neófito vaya a algún sitio sagrado de su elección, que pueden ser hasta
lugares naturales.
Allí pide Luz, Progreso y Elevación Espiritual para
los difuntos relacionados en la
Moyugba.
Los menciona a cada uno de ellos al tiempo que
implora a los Espíritus de Grandes Luces que ayuden a cobrar fuerza a los del
oficiante, para que así estos lo asistan en el quehacer de la vida y en los
problemas que pueda enfrentar.
Todo esto se hace con solemnidad y espiritualidad.
En la
Moyugba se concentra la fuerza espiritual propia del
creyente, y la de los grandes misticismos que emanan de los familiares difuntos
y de los ancestros.
Es importante estar consciente que en la Moyugba es necesario
reunir todo el patrimonio de la fe y de acciones lógicas y objetivas para
lograr lo necesario.
Puede acompañar a esta acción una asistencia espiritual
que es una pequeña ofrenda.
Puede ser un adorno floral al cual se le pone
delante un vaso con agua dedicado a los espíritus con una vela encendida en un
platico puesto cerca o en el suelo directamente.
Es vital para el iniciado conciliar primero su cuerpo
espiritual-material con los espíritus que a él lo asisten.
Los espíritus que nos rodean deben estar atendidos
y conformes, por lo cual se les respeta tanto como a los Orishas. La reverencia
a los difuntos y a los antepasados es uno de los fundamentos de las religiones
cubanas de origen africano.
En Osha-Ifá se cree que “el muerto pare al santo”
que se sintetiza en el siguiente refrán: Ikú Lobi Osha.
Por eso para invocar, pedir permiso, dar
conocimiento o comenzar cualquier rito o ceremonia es preciso decir la Moyugba (invocar a los
muertos, pedir permiso y saludar a los Orishas).
Esto se debe a la creencia de que todos los Orishas
fueron seres vivos.
La representación superior de los difuntos y
ancestros es Oduduwa que como Orisha tiene una posición muy grande, pues se
encuentra casi al mismo nivel espiritual que Olofin.