PATAKIE DE ELEGGUA…
De cómo Changó y Elegguá salvan a Orula y este se
hace dueño de ifá y del tablero para adivinar
Orula estuvo enterrado hasta los hombros al amparo de una ceiba, porque nació
después de un juramento que hizo Obbatalá de no tener más hijos varones.
Al pasar los años, el anciano rey perdía la memoria
y la adversidad lo perseguía.
Changó insinuó que el origen de aquellos males era
sin dudas el enterramiento de Orula.
Y que puedo hacer ahora? –preguntó Obatalá- Orula
está en manos de Olofi.
Yo mismo lo enterré vivo, bajo una ceiba”.
Pero el anciano dios ignoraba que Elegguá lo había
seguido y había visto que Orula conservaba la cabeza y los brazos fuera de la
tierra; que todos los días su madre, Yemá, le enviaba de comer con Elegguá; que
la ceiba lo protegía; que Orula vivía preso por el juramento de Obbatalá, la
palabra (oro) de su padre.
Elegguá le dijo que había visto a un negro
colorado, enterrado hasta los hombros en una ceiba.
Changó intercedió a favor de Orula: Orula, Babami,
tiene la gracia de Olofi en su lengua y en sus ojos y puede poner fin a
nuestros males.
Obbatalá, con ayuda de Elegguá, buscó a Orula y lo
desenterró; cortó un pedazo del tronco de la ceiba e hizo un tablero para
adivinar; se lo entregó a su hijo Orula, a quien hizo dueño de Ifá y del
tablero”.