#Elegguá es el
primero en comer
"Patakíe de Elegguá en Osatura"
Obbatala tenía un hijo desobediente y descreído llamado Nifa Funke, que le daba
muchos dolores de cabeza.
Desde su escondite en las malezas, Elegguá veía como Nifa maltrataba a su padre
de palabra y de obra, y decidió darle un escarmiento.
Un día en que Nifa Funke había corrido una distancia larga y estaba muy sudado,
se arrimó a un árbol para refrescarse con su sombra. Elegguá sacudió el
árbol, del que cayeron muchas hojas y polvo, enfermando a Nifa.
#Obbatala, desesperado,
comenzó a llamar en su ayuda a Elegguá.
#Oggún, que venía por
el camino llevando tres cuchillos, al ver a Obbatala desesperado, le rindió
Moforibale y le preguntó qué pasaba. Al enterarse, Oggún enseguida llevó a Nifa
al río, lo bañó con yerbas y lo restregó con el achó fun fun de su padre. Pero
no obstante haberle hecho ebbó, le dijo que debía ir a consultar con #Orula.
Elegguá, que seguía escondido escuchando, decidió cerrarle todos los caminos.
Oggún, Obbatala y su hijo se desconcertaron al no encontrar el camino.
Oggún encontró tres pollones y muy astutamente, fingió comerlos.
Elegguá,
glotón al fin, saltó sobre Oggún, le quitó las aves y se las comió.
En ese
momento, llegó Obbatala y Elegguá, al verlo, se inclinó a sus pies y le rindió
Moforibale, diciéndole:
"Yo voy a salvar a tu hijo, Babá".
Mandó a regresar al atribulado padre y salió rumbo al Ilé de Orula.
Cuando
llegó, se escondió y Nifa Funke se pudo consultar por fin con Orula. Este, al
tirarle el ékuele, le ordenó limpiarse con tres pollones y yerbas y
entregárselos a Elegguá, pues éste lo salvaría de todas sus malas situaciones;
respetar al padre y contentar siempre a Elegguá, quien abre y cierra los
caminos de los destinos de hombres y #orishas y por eso
come antes que todos y debe dársele la sangre de los pollones.