ORISHA OYA…¡¡¡
Oya es un Osha y está muy relacionada con Ikú, la
divinidad de la muerte.
Propicia los temporales, los vientos fuertes o
huracanados y las centellas.
Simboliza el carácter violento e impetuoso.
Vive en la puerta de los cementerios.
Representa la intensidad de los sentimientos
lúgubres, el mundo de los muertos.
En la naturaleza está simbolizado por la centella.
Junto con Eleguá, Orunla y Obatalá domina los
cuatro vientos. Se le llama con el sonido de la vaina de flamboyán.
Representa la reencarnación de los antepasados, la
falta de memoria y el sentimiento de pesar en la mujer.
La bandera, las sayas y los paños de Oya llevan una
combinación de todos los colores excepto el negro
Es además la Orisha del Río Níger, antiguamente
llamado Oya, por sus 9 afluentes, nacida en Ira.
Oya es una de las llamadas Orishas muerteras junto
a sus hermanas Obba y Yewa.
Oya ejerce un poder especial sobre los eggúns, por
ser esta madre de 9 de ellos.
Amante de la guerra combatía junto a Oggun y Shango
en las campañas que estos realizaban.
Acompañó a Shango cuando este dejó Òyó y fue
nombrada reina de Kosso por este.
Su culto es de territorio Tapa, Kosso y Òyó.
Su nombre proviene de Yorùbá Òyá (Oló: dueña - Oya:
Oscuridad) también conocida como Yansá del Yorùbá Iyámsá (Iyá: madre -Omó:
hijos - Mesá: nueve).
Los hijos de Yemaya y Shango no la reciben durante
el Sodo Orisha y cuando se asienta como Orisha tutelar, sus hijos deben recibir
Yemaya con un ritual especial.
Lleva 9 otá marrones o carmelitas que se recogen en
el río.
Su número es el 9 y sus múltiplos.
En el sincretismo se compara con la Santa Virgen de
la Candelaria y Santa Teresa (2 de Febrero).
Su color es el rojo vino, marrón o carmelita y 9
colores excepto el negro.
Se saluda ¡Jekua Jey Yansá!
Familia de Oya.
Hija de Obbatala y Yembó, esposa de Oggun, Shango y besó por primera vez a
Babalu ayé, también hermana de Ayaó que es virgen y no se asienta.
Diloggún en Oya.
Habla en el diloggún por Osá (9).
Características de los Omo Oya.
Son personas reservadas, de carácter tranquilo como una brisa, pero cuando se
enojan son una tempestad.
Son como el viento, no les gusta estar encerrados
en un lugar, lo cansan con facilidad lo cotidiano y monótono.
Son en casos extremadamente fieles, pero en otros
dados a las aventuras extra conyugales.
En todos los casos son muy celosos.