¿Las Reglas de Osha-Ifá Permiten que el Iyawó Inicie a Otra Persona?
Ernesto Valdés Jane Adé Yerí
Un Iyawó no debe iniciar a otra persona porque no está preparado para enfrentar Yoko Osha material ni espiritualmente. Yoko Osha es un proceso durante el cual el cuerpo integral de él es el centro de los ceremoniales de Iniciación.
El Iyawó está consolidando su cuerpo integral y se encuentra en una etapa de búsqueda de armonía y equilibrio de su propio ser.
El Iyawó es un recién iniciado en Osha.
Es la persona que durante siete días se sometió a la ceremonia de Iniciación denominada Yoko Osha.
Como resultado de ésta, la energía del Ángel de su Guarda se sintonizó con el cuerpo material y espiritual de él, quien queda místicamente capacitado para ser intérprete del Oráculo del Dilogún el cual aún tiene que aprender.
El Iyawó está en la obligación de cumplir con toda una serie de reglas y consejos que regulan su comportamiento durante un año y 16 días.
A ese tiempo durante el cual se cumplen estas instrucciones específicas se la llama Iyaworaje.
El Iyawó vive un proceso de readaptación con él mismo y con su entorno.
Se le considera una persona que ha renacido en la vida buscando equilibrio y armonía con los planos esenciales que concibe Osha-Ifá sobre la existencia humana.
Estos planos son los siguientes: El de una vida anterior; el plano que existe entre la concepción que el individuo tiene de sí mismo y lo que realmente él es; el plano de los vínculos entre el sujeto y el entorno y el plano de los vínculos entre el sujeto y las divinidades y los misterios de la existencia humana.
Saber qué hacer para lograr equilibrio y armonía con los anteriores enunciados es vital para lograr salud, progreso, evolución espiritual y una existencia prolongada en la vida y asegurar la posterior deificación luego de un sin número de reencarnaciones hasta que alcanza la indispensable calidad.
Por todas las razones antes dichas cualquier persona que esté en el proceso del Iyaworaje está conciliándose consigo mismo y con el entorno, está buscando para sí mismo equilibrio y armonía, está estableciéndose en él una nueva condición que para consolidarse requiere de un tiempo básico y una disciplina estricta.
Sólo después de haber culminado el Iyaworaje y ser sólidamente un Olosha es que se puede concebir exponer el propio cuerpo espiritual-material de uno como padrino o madrina en la ceremonia de Iniciación.
El cuerpo espiritual-material del padrino es el vehículo indispensable y vital en el proceso de la Iniciación porque es el conducto por donde se canalizan todas las energías espirituales y materiales del neófito durante Yoko Osha.
Yoko Osha es el proceso de asentamiento de las bases para obtener y liberar las energías necesarias y así lograr armonía y equilibrio en los planos que concibe Osha-Ifá de la existencia humana.
Por todas estas razones es que en las Reglas de Osha-Ifá se establece que un Iyawó no debe iniciar a otra persona y tiene sentido porque el Iyawó no está preparado para entrar en un intercambio de este tipo con nadie.
Cumpla con estas reglas de Osha-Ifá y de seguro no tendrá el riesgo de pasar por situaciones negativas ni se las hará pasar a otros.